Rey Don Sancho

Las instalaciones muy bien y acogedor

Fuimos en un grupo y es un desastre, el personal entre muy parado y sin experiencia dando mal servicio. La comida de lo peor que he probado, cocinado sin gusto sin sabor y con apatía. El desayuno era buffet pero solo de jamón York y pavo, solo zumo piña y bollería industrial. Desde luego no repetiré nunca y no lo recomiendo a nadie.

Una estancia muy desagradable. La habitación tenía humedades, pestillo roto, baño sucio, ventana a un patio con olores y moho. Las comidas mal elaboradas y muy escasas. Solicitamos cambio de habitación y no nos lo dieron por estar completo, por supuesto no nos alojaron en otro hotel. Hicieron venir al personal de limpieza fuera de sus horarios de trabajo desde su domicilio para hacer la habitación, ya que en todo el hotel en ese momento solo se encontraba una persona en recepción, que lógicamente no podía abandonar, y que me trató muy bien. Al día siguiente me dieron otra habitación, en ésta nos pusieron bañera y dos camas que no cabían en la habitación, mi acompañante era una persona con problemas de movilidad y no fue nada práctico para ella. Tanto el plato de ducha de la primera habitación, como la bañera de la segunda, eran auténticas pistas de patinaje, muy peligrosas. Las puertas del ascensor no reaccionaban al paso de las personas por su célula fotosensible y además eran muy rápidas, por lo que mi acompañante recibía golpes cada vez que lo usaba. La ubicación es horrible, el transporte público una locura, por lo que la única opción segura para desplazarse al centro de Zamora es el taxi, por no decir que las fotos son engañosas. El hotel está en un polígono industrial, al lado de gasolinera, olores, ruidos, incluso a unas decenas de metros un club sexual. Si además te alojas el fin de semana y tiene eventos como bodas, olvídate dormir con el ruido de la discoteca.