Palacio las Manillas

Súper recomendable! Sitio familiar, muy tranquilo y una ubicación ideal para ver los alrededores. Habitaciones muy limpias y recomendable probar el restaurante, comida de calidad. Muchas gracias por todo!

Descubrimos por casualidad este bonito e histórico hotel y restaurante y la experiencia no pudo ser más grata. El hotel es una pasada, nada menos que una casa palacio del siglo XVI con todas las comodidades del s.XXI que es sin duda el de mayor solera de todo el pueblo. Practicamente al lado de su impresionante castillo. Preciosas sus habitaciones y las zonas comunes, ideal para disfrutar de la historia y el paisaje del bonito pueblo de Sabiote, parada obligatoria si se visita Ubeda y Baeza. El hotel cuenta con un precioso patio-jardin donde degustar una buena comida en un entorno privilegiado. Pero si hay algo que de verdad destacar por encima de todo es la hospitalidad, servicio y profesionalidad de Manolo e Isabel, sus propietarios que nos hicieron estar como en nuestra casa, tanto nosotros como mis amigos, 2 parejas con 2 niñas. Y como no hacer mención a su extraordinaria comida tradicional de primerisima calidad a una excelente relación calidad- precio. A destacar los andrajos, sus impresionantes croquetas de chorizo y huevo frito, el salmorejo, el tartar de calabaza, el flamenquin de rabo de toro y el choto. Y vaya postres, hicimos una degustacion variada a cual mejor, su helado de aceite de oliva y el queso frito es una auténtica delicia. Desde luego parada obligatoria cada vez que visitemos esas históricas y bonitas tierras. Un saludo desde Elche.

Reservamos a través de una estancia Dakotabox, que incluía estancia, cena y desayuno. Llamé dos días antes para confirmar mi reserva y concretar la hora de la cena, me atendió Manolo, el encargado del hospedaje y ya me informó que sería comida y no cena, tal como describía la caja regalo. Me informo que las comidas empezaban a la una y media y reserve para esa hora ya que nos venía bien comer temprano. Al llegar al palacio en la recepción no había nadie, tuvimos que adentrarnos hasta la misma cocina del restaurante y allí estaba la cocinera que nos atendió y nos dió la llave y ya nos recordó de nuevo lo de la "no cena" y que la comida era a partir de las dos, dice que total no hay prisa que estamos de vacaciones, me pareció muy *********, la verdad. Al subir a la habitación aún estaba la limpiadora en nuestra habitación y nos dió mucho apuro, aún no había terminado! Tuvimos que esperar 15 min en una terraza, donde pudimos! Entonces apareció Manolo y nos dió un trato muy malo, sobre todo no nos informaba de lo que incluía la comida, nos dió lo que le vino en gana sin ninguna opción, las consumiciones parecía que se las debíamos, y el tono muy descarado, diciendo que hambre tenéis, etc. Nos daba tapas, tipo croquetas y revuelto de calabacin, andrajos pero nada de carne ni pescado y además sin dar opciones de ningún tipo, por ejemplo yo quería probar el helado de AOVE, pero nada natillas de melocotón y panacota de piña por huevos! Ni café ni ningún detalle de ningún tipo. Lamentable, parece que molestabamos. La habitación era llamativo que la alcachofa estaba que se caía, medio rota y no había enchufe donde conectar mi secador, porque el que tenían anclado a la pared venía con un enchufe inservible para cualquier aparato. El secador igual que la alcachofa, el plástico estaba roto, bien merecía una renovación, tuve que secarme el pelo en la habitación como pude. A la mañana siguiente la misma actitud de Manolo, dejada e ignorando nos bastante, parece que no fuera con el la cosa, no éramos clientes de primera, si no de segunda. La única sonrisa y amabilidad fue la empleada que limpia y ayuda en los desayunos. Por favor Manolo, si vas a trabajar quítate al menos la chaqueta cuando vengas de la calle, como hacen los demás, la presencia, el saber estar y el respeto hacia tus clientes es lo que esperamos de un anfitrión de un Palacio! P.D. El ribera Duero estaba muy bueno pero eso no es de la zona!

Ha sido una verdadera sorpresa hospedarnos en Las Manillas. El trato muy cercano y amable, la comida exquisita con platos típicos de la zona con un toque original. Manolo y todo su equipo son grandes profesionales que te hacen la estancia muy agradable. Además está perfectamente situada cerca de Úbeda, Baeza y Linares. Recomendamos pasar unos días en este Palacio, al que ¡¡¡volveremos!!!

El trato muy familiar, el personal es muy amable, la comida exquisita con platos tipícos de la zona y el lugar precioso, pueblo bien situado cerca de Ubeda y Baeza, recomendable. Esperamos volver pronto.

Muy buena experiencia en palacio las manillas, palacio encantador, habitaciones muy amplias, la limpieza excepcional, Manolo y su personal, te brindan un trato expectacular, nos hicieron sentir muy bien. Cómo restaurante lo mejor de la zona sin duda, platos de primerísima calidad, mereció la pena la estancia, vinimos con las pilas cargadas, deseando volver... Muchas gracias

Hotel rural muy coqueto , acogedor y agradable . Manolo muy amable y atento en todo momento . Restaurante con platos típicos de la zona Sabiote un pueblo muy bonito con un castillo que se puede visitar guiado . Muy recomendable

Buenos noches; Hemos estado este finde semana 15 y 16 de octubre de 2022 mi pareja y yo y desde luego teníamos dos noches y sólo nos quedamos una, el recibimiento peor imposible, el dueño Manolo nos dio muy mal trato , nada más llegar que llegamos a medio día nos indicó que!! vaya horas de llegar!!,que tenia el restaurante a tope en un principio nos atendió una sra que renegaba porque no quería atendernos tampoco y apareció Manolo con cara de pocos amigos ,malhumorado y demostró muy poca educación, nosotros alucinados con el recibimiento que nos acababan de dar , le indicamos que si nos podía acoger en su restaurante nos dijo que no rotundo, no tenia ninguna mesa todo su afán es que nos fuésemos a Úbeda o a Baeza a comer o nos instaba a que nos fuésemos al pueblo que no conocíamos de nada, le indique si se comía bien en el hotel de enfrente me dijo que se comía muy mal, prácticamente nos instó a que nos fuésemos, seguidamente nos dio las claves de internet rápidamente y un mapa sin poner ningún tipo de entusiasmo y el horario de la visita al castillo de SABIOTE y después como nosotros teníamos para utilizar una caja de wonderbox que contenía una noche y desayuno aparte reservamos una noche más pero cuando llegamos a la habitación 101 nos quedamos muertos, no había luz natural ya que era como un zulo (mazmorra) con una ventana al ras del suelo y metidos como en un sótano, diminuta pero lo peor sin luz, sin ventilación , un desastre !!! cuando fui a utilizar el secador y la plancha de mi pelo no la pude enchufar porque el enchufe no cabía, después en el enchufe de la única lampara en una única mesilla que había en la habitación fui a enchufar mi móvil y se salió todo el enchufe, la tv era como la pantalla de un ordenador, diminuta, con bañera del año III antes de Cristo, en fin un despropósito, ya no tuvimos ningún contacto con el dueño hasta la mañana siguiente ya que el que nos había tratado de ese modo y estaba más tranquilo podía haber puesto alguna disculpa pero no tuvo ningún tipo de interés en empatizar con nosotros hasta el el desayuno, que se componía de una tostada de pan, café y zumo no natural. Estábamos tan desencantados que no nos quedamos a la siguiente noche , el se disculpó y nos dijo que nos lleváramos la caja que no nos la cobraba pero el mal ya estaba hecho y siendo justos le dijimos que no pero por supuesto no recomendaremos nunca mas este alojamiento sobre todo por la antipatía del dueño y me he dado cuenta que el traje de gala de una persona es la educación , la amabilidad y la comprensión. APARTE LA HABITACIÓN DE SER UN SOTANO SIN LUZ SIN VENTILACION NO TENIAMOS COBERTURA PARA PODER LLAMAR. Tengo que decir sin embargo que el pueblo de Sabiote, su castillo, su cementerio es digno de visitar y Úbeda y Baeza precioso, pero la estancia la peor de mi vida. Ricardo y Mila

Verlaten, bedompt, warm en stil hotel. We voelden ons niet welkom, konden vaak niemand vinden als we iets wilden vragen. Het ontbijt was triest. Niets vers, alleen kuipjes jam of paté om op je snee brood te doen. Droog, aangebakken croissantje vd Lidl ofzo. Erg vies. Geen fruit, geen yoghurt, laat staan scrambled eggs. Bij t diner had ik een kiprol waarvan de kip nog rauw was. Moest moeite doen om de eigenaar hiervan te overtuigen maar kreeg uiteindelijk een nieuw bord. Alles was gefrituurd bij t diner. De binnentuin was een lap kunstgras met een aantal plastic tafeltjes/stoelen. Jammer dat de eigenaren nauwelijks Engels spraken, anders had ik bovenstaande ook met hen kunnen bespreken. Dit hotel valt vreselijk uit de toon vergeleken met de andere hotels welke wij op onze rondreis aandeden.