Reydon

Encontramos el hotel por internet y todo lo que leímos y las fotos que vimos se hicieron realidad durante la estadía. Un hotel antiguo, sitio histórico por tener más de 100 años. Valeria siempre atenta a que no nos falte nada, muy cordial y servicial. La limpieza de TODO el lugar es excelente y tiene todas las instalaciones en excelente estado. La habitación es hermosa, muy limpia, ibamos a desayunar y cuando volvíamos ya estaba hecha. El desayuno, un capítulo aparte. Todo casero. El yogurt, las tostadas, las mermeladas, la ensalada de frutas hecha con frutos de los árboles del parque (muy hermoso y efectivamente el más lindo de La Cumbre). Ah, y algo importante, aunque el hotel no ofrezca ni almuerzo ni cena, hay lugares muy buenos (precio y calidad) a poca distancia. Sino se pueden encontrar una gran variedad de lugares en el centro (a menos de 5 minutos). Gracias a todo el personal del hotel por hacer nuestra primer visita a La Cumbre un hermoso momento. Volveremos sin dudarlo.

Hospedarnos en Reydon fue una experiencia muuuy linda! Es un viaje en el tiempo, un antiguo colegio pupilo Inglés de señoritas transformado en Hostería. Todo esta cuidado , prolijo ,super limpio y cada rincon que mires tiene un detalle con historia. Pero sin dudas las parte mas increíble y distintiva del lugar es su espectacular jardín al estilo Ingles donde nada desentona con la naturaleza pareciendo silvestre y natural y esta todo pensado al detalle. El camino a la pileta mide 98 mts de pasto verde y esponjoso que se pueden hacer descalzos. Las salas de lectura, los livings con los hogares y los ventanales al jardín son soñados. Valeria es la excelente anfitriona y quien esta detrás de cada detalle cuidado con amor y dedicación. El desayuno es servido con todos productos naturales hechos por sus propias manos. Sin duda para los que amamos la naturaleza y valoramos la historia , este es un lugar mas que recomendable!