Casa Piñeiro

We stayed at the Casa Pineiro in Monfero for 1-night in early June (€75/night). A true casa rural, its old stone buildings back the road (don't worry about noise, there is almost no traffic) and face down a verdant green slope of fields & trees. The casa's location on the edge of the park is completely rural, with only a few equally old stone buildings anywhere nearby. Our top floor double comfort room was a bit small (as might be expected in a rural house of this age), but had wonderful period touches such as a stone accent wall and huge, rough-cut ceiling beams supporting the sloping, dark wood roof planks. It was furnished with a queen bed & side tables, small desk & chair, large bench, small wall-mounted TV, and a built-in closet – no safe, mini-refrigerator or coffee maker, though. There was also a tiny attic room up a set of very steep stairs, but the ceiling was so low it was suitable only for a child. The bathroom had a single sink vanity with lots of storage underneath and a nice shower. The grounds had a grassy area with a horreo & wood-fired barbecue, a couple of covered seating areas (for those rainy Galecian days), a couple of open air seating areas, and plenty of covered parking. There was a large common area on the ground floor with seats, magazines, a fireplace. The area around the casa was completely undeveloped and offered few services; the nearest restaurant we saw was at least a 15 min drive along narrow, steep and twisting roads. We dined at the hotel, a hearty meal of soup, salad, Spanish tacos, dessert. Breakfast was fairly basic but filling, toast, melon & watermelon, cold cuts & cheeses, cake, coffee & orange juice. Our hosts were friendly and helpful, despite their limited English & our poor Spanish. Overall, a quiet and peaceful stay in an atmospheric inn at a very reasonable price.

Sitio paradisiaco, ubicado en pleno parque natural , con lo cual el entorno impresionante . Lo mejor son los anfitriones Flor y Juan que están pendientes de todo y hace tu estancia súper agradable. La habitación súper cómoda , limpieza impecable , te cambian las toallas todos los días . En el baño con calefacción y amenities ( albornoz , zapatillas, cepillo de dientes … ) Además dispone de hervidor e infusiones , con bombones . La decoración parece de museo muebles , tazas etc . Jardín precioso . El desayuno es un manjar de dioses zumo de naranja natural , mantequilla casera , miel , mermeladas , bizcocho recién hecho , pan , café y embutido s riquísimos. La ubicación es privilegiada, porque puedes hacer rutas de senderismo como el mirador de Cerqueiros a 3 km el mirador de Carboeira a 9 km. Después está cerca de todas las rutas de las Fragas del Eume y por supuesto, a 30 minutos del monasterio de Caaveiro . Además, está muy cerca de la playa que queda a 15 minutos como la playa de la Magdalena o la playa grande de Miño. Cerca de las rías altas Cedeira , Valdoviño .. y de pueblos emblemáticos como Pontedeume y Betanzos . A una hora y media de las playas de las catedrales

PERFECCIÓN Sin duda el mejor hotel rural de Galicia , y he estado en muchos . Flor y su marido son encantadores , te hacen sentir como en casa, te ayudan en todo . Nosotros llegamos tarde y aunque no sirven cenas , Flor nos ofreció todo lo que pudo . La habitación increíble, el colchón es como dormir en las nubes . El desayunado es increíble , todo buenísimo, natural , casero . La decoración muy cuidada , un 10 en limpieza . Flor nos dio un regalo detalle al marcharnos . Sin duda volveremos y repetiremos todo lo que podamos . El entorno es ideal , relajante , bonito . Se nota que lo hacen todo de corazón.

Excelente ateción de Doña Flor y Don Juan. Deliciosos desayunos!

Trato familiar tanto por parte de los propietarios como de Yolanda que te hacen sentir como en casa en todo momento. La casa es muy bonita y está situada junto a las Fragas do Eume. Su hijo nos recomendó una ruta a pie hasta las Fragas desde la casa por si la queríamos hacer. El desayuno destaca por el zumo de naranja recién exprimido y bizcocho casero que hace la dueña, Flor. Infusiones ecológicas y huevos de casa. También ofrece servicio de cenas donde pudimos disfrutar de crema de calabaza casera y merluza de pincho buenísimas. Tanto Flor que nos recomendó algunos restaurantes como su marido Juan que nos recomendó ir al mirador de a bailadora fueron súper amables y dispuestos a ayudarnos en todo. Yolanda también fue muy amable con nosotros en todo momento. El trato por parte de todos fue excepcional. Nos alojamos en la habitación real que dispone de terraza propia con unas vistas muy bonitas. En verano tiene que ser una maravilla tomar el sol ahí. En la habitación hay una tetera eléctrica y unas tazas por si te apetece una infusión ecológica. Al llegar también nos recibieron con un café y bizcocho casero, todo un detalle. Otro detalle fue el albornoz y zapatillas en la habitación que en pocos sitios lo he visto y un amplio surtido de amenities. Recomendamos muchísimo la experiencia. El temporada alta conviene reservar con antelación por lo que os comentaron y se puede alquilar íntegra la casa que si no recuerdo mal consta de 5 habitaciones.

Excelente ejemplo de buen servicio. Nos hospedamos durante cinco días y no han podido tratarnos mejor, son personas muy amables y atentas. Nos han hecho sentir como en casa e incluso les hemos cogido un cariño especial tanto a Flor cómo a su familia y empleada Yolanda, por la sencillez y el cariño con el que nos han tratado a lo largo de la estancia. Increíbles desayunos, las habitaciones perfectas y limpias todos los días, cambio de toallas diario y máxima comodidad. Solo tiene servicio de desayuno pero aún así nos permitía quedarnos en la cocina cenando lo que hubiésemos comprado e incluso tomarnos una copa antes de dormir (también la llevábamos nosotros) Esperamos volver muy pronto!! Lo recomendaría 100%, no hay lugar mejor para hospedarse en Galicia.