Tài Khoản Khách
ngày 10 tháng 3 năm 2024
Una noche, tan solo una noche, ha sido suficiente para enamorarnos del refugio, de su calma, el entorno, las manos increíbles de Carlos para la cocina y la compañía de Rita, Benito y Linda. Las camas son comodísimas para descansar, acristaladas para poder ver toda la sierra (aunque con las cortinas queda totalmente a oscuras). La habitación es sencilla y acogedora (algo que nos encantó es que tienen en el salón una colección de Dvd's que puedes llevarte a la habitación para ver en su TV, ya que tiene un DVD incorporado, algo que le da su encanto) El lugar es una maravilla en medio de la sierra de Hontanar, sin contaminación lumínica, es un paraíso de la naturaleza. Decidimos quedarnos a cenar y menuda decisión más acertada. Carpaccio de calabacin que nos dejó con la boca abierta, tostas de venado con pimientos asados que eran una delicia, rollito de rabo con un puré de trufa que se deshacía en la boca y, especial mención, a la pasta casera con puesto, venado y setas shitake caramelizadas con teriyaky...IMPRESIONANTE. La tarta de queso deliciosa. El desayuno es sencillo pero delicioso: bizcocho casero, tostadas, queso de la quesería del pueblo (todos pasteurizado) salchichón, chorizo, zumo de naranja, mantequilla, tomate... Todo delicioso. Sabemos que ha sido una noche pero ya estamos deseando volver. Carlos es un anfitrión de lujo a la vez que un cocinero excepcional. Absolutamente recomendado.
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