Hostería Restaurante del Puerto

Decidimos hospedarnos aquí porque si bien por eso precio conseguíamos hoteles nuevos, nos pareció interesante como experiencia alojarnos en un edificio de 1880. Las fotos se veían muy lindas. Al llegar nos dieron un cuarto que daba a la calle donde hay bares. Consultamos a la persona que nos recibió sobre los posible ruidos y nos respondió de mala gana que nunca tuvieron problemas. Solicitamos otro habitación por las dudas y nuevamente sin ningún tipo de predisposición nos dice que no tenían ninguna más habilitada. Desde la tarde hasta las 4 am tuvimos todo tipo de ruidos ambientales: autos tocando bocina, motos haciendo picadas, gritos constantes, gente ebria peleando en la vereda, música de diferentes establecimientos al unísono. Dormimos pésimo. A la mañana siguiente conversamos con otra persona encargada sobre esta situación y le pareció inusual, como si el bar de abajo hubiese salido de las entrañas de la tierra de un momento a otro. Solo sugirió dejar asentada una queja en la oficina de turismo por los ruidos del bar. Nos cobraron como un hotel de 3 estrellas de la zona, no aceptaron tarjetas de crédito, no me dieron una factura, la atención desganada como haciéndote un favor. La hostería tiene una parte antigüa y otra nueva. Nuestra habitación pertenecía a la parte vieja que es la más pintoresca por fuera. El ingreso a la habitación se hace o bien por el estacionamiento, por lo cual hay que recorrer todo el edificio con las valijas por escaleras, o bien por la entrada al restaurante para llevarte impregnada la ropa con el característico olor a fritura rancia que te acompañaba hasta la habitación. Una vez dentro del cuarto, rescato los muebles y los hermosos tirantes de Pinotea. Los baños son muy precarios y las camas junto con la ropa de cama es directamente olvidable.

Una experiencia desagradable. No pudimos dormir. Tienen un boliche a cielo abierto a una cuadra. Música hasta las 6 de la madrugada. La atención pésima. Hicimos el reclamo y nos dijeron que no era problema de la hostería. En la habitación había una cucaracha, tienen una cocina a 10 metros donde funciona el restaurant. El ventilador de techo cuando lo prendía parecía el zamba, se movía todo. Solicitamos que nos reintegren el dinero para buscar otro lugar, y trataron a mi Sra. de loca y llamaron a la policía local. Un desastre...

Lo único que tiene el lugar es que es pintoresco. Habitaciones oscuras, sin refrigeración, el desayuno pésimo, solo medialuna y pan blanco con café. Lo más trágico de todo es que hay un boliche a dos cuadras y no se puede dormir!!!! La encargada una guaranga y mentirosa hace cualquier cosa para vender una noche. Te mienten ten la cara y luego no te quieren ni devolver el dinero. Encima hay un gato que se mete en las habitaciones y duerme en la cama. NO VAYAN!!!!!

El hotel es muy lindo y la piscina también. Lo único rescatable. La atención pésima. Y por la noche no podes dormir porque hay un boliche a una cuadra sin acústica. Las recepcionistas te mienten en la cara. Cuesta una fortuna dado ese “pequeño” detalle, y además el desayuno es medialunas con pan y café. No pidas más. Lo más económico que puede haber. No volvería y menos lo recomendaría.

Excelente lugar para disfrutar de Colón, corazón del caribe entrerriano. Arquitectura de época muy bonita (siglo XIX). Muy buen desayuno y la comida del restaurant que funciona a la noche es muy rica y a precios accesibles. Pileta muy linda. Excelente atención de todos sus empleados. Un lugar hermoso al que me encantaría volver.