Tài Khoản Khách
ngày 31 tháng 1 năm 2023
Se trata de un hotel familiar bastante nuevo y muy bien ubicado, a 400 metros de la famosa plaza Lyab-i Hauz y a un kilómetro del minarete Kalyan. La habitación es justita, impoluta y tranquila (la ventana da a un patio interior), decorada en estilo uzbeko con aseo ciego con bañera. Cama y almohadas cómodas para el descanso. El desayuno a bufé, incluido en la tarifa, nos pareció algo desangelado, pues los camareros de sala no estaban por la labor y a veces faltaban algunos productos. El establecimiento está regentado por uzbekos, con un nivel aceptable de inglés, lástima que en este caso, a pesar del saludo, dieran la impresión de dejarse llevar por la desidia que parece reinar en el establecimiento. Buena relación calidad-precio. En cualquier caso, en una futura visita quizás nos inclinaríamos por buscar una alternativa.
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