Tài Khoản Khách
ngày 11 tháng 7 năm 2022
En realidad, poner una estrella no es tanto por la comida (salvo una cosa gusanitica que comento más abajo) sino por la “no reacción” del equipo tras la desagradable hallazgo. 8 en la mesa. Pedimos de todo. Uno de los comensales pide un montadito de carne mechada y, ¡oh sorpresa! en uno de los mordiscos asoma un gusano blanco y vivo. Llamamos al camarero que, tras inspeccionar, se disculpa y se lo lleva, sin más. No se acerca al comensal en cuestión (12 años) por si quiere cambiar de plato. Compartimos con él, el resto de platos de la mesa (aunque poco cuerpo teníamos todos ya) y pedimos la cuenta. Tras pagar todo (menos el gusanito) le decimos al camarero que lo mínimo es preguntar si quiere que le cambien el plato al chaval. A lo que el camarero responde: “Hay mucha gente y no me da la vida”. Y así, sin más, seguirán. Y así debe ser, claro. Un error, lo tiene cualquiera pero “no me da la vida” quizá está fuera de lugar.
Dịch